Sr. Director:
Aunque parezca lo contrario, el pueblo sencillo sigue siendo católico, aunque dentro de la Iglesia haya bomberos que quieren apagar esa fe. Cuando una hoguera dejar de despedir llamas, parece que se apagó, pero quedan las ascuas que con un suave soplo vuelven a despedir llamas. Y eso es precisamente lo que ocurre. El amor del pueblo sencillo se manifiesta de una manera apabullante, en las multitudes que acuden a la Santísima Virgen; así se ha aprecidado en el día de la Virgen del Pilar, y en esta festividad queda expresado de manera deslumbrante, su amor por la Virgen María. Y en casos parecidos, por ejemplo la Semana Santa, multitud de cofrades manifiestan su amor por Cristo crucificado y por su Santísima Madre. Esperemos que esos bomberos eclesiásticos se conviertan en fervientes pirómanos para que el pueblo español, que parece una hoguera apagada, irrumpa con sus llamas del fuego del Amor Divino y despierte a los adormilados, para que se muestre que es realidad, que el pueblo español, es católico y que ama a Cristo como su Dios y Señor y a su Madre y Madre nuestra. Dice la canción: “El Ebro guarda silencio al pasar por el Pilar, la Virgen está dormida, la Virgen está dormida, no la quiere despertar”.