Sr. Director:

El Banco de España acaba de publicar además un interesante informe sobre la penalización que sufren las mujeres trabajadoras por tener un hijo, una pérdida de ingresos de hasta un 28%, debido, entre otros factores, a la reducción de la jornada laboral o a la conciliación laboral entendida como freno para su promoción profesional.

Una política social que se preocupe de los problemas reales debe abordar con urgencia lo referido a los factores que imposibilitan el desarrollo integral de la mujer como madre y como trabajadora, favorecer tanto la conciliación familiar como la natalidad, y apoyar de manera eficaz a las familias. Ese sí que sería el programa de un Gobierno de progreso, sin poses ni hipotecas ideológicas.