Sr. Director:
Evidentemente, el actual es un gobierno en precario que va a salir a extorsión o a chantaje diario, y que está en manos de los separatistas y de una pléyade de arribistas políticos. Pero con todo, eso no es lo más grave.
Lo más trascendente y con más repercusión de futuro para la sociedad española no van a ser los llamados ministros técnicos, ni los socialistas “pata negra”, ni siquiera los que, con sus conocimientos económicos y sus contactos internacionales, tienen que tranquilizar a los empresarios de dentro y a los fiscalizadores de Bruselas.
Aunque se esfuercen en el camuflaje, el meollo del nuevo gobierno social-comunista va a estar en las carteras de los comunistas de Podemos, en esas a las que se trata de minimizar diciendo que se han diluido y que la sabiduría política de Sánchez ha dejado, además de sin presupuestos, sin competencias.
Pues una vez más hay que decir que no es verdad. Las carteras de los comunistas son de las que van a salir las subvenciones sin cuento para asociaciones afines que defiendan, y sobre todo que transmitan a la sociedad, los “valores” y las formas de vida de esa ideología, Son las carteras de la eutanasia y del aborto, y de la persecución a la familia, de las trabas a la enseñanza privada, de la ideología de género y del encono contra la Iglesia Católica y de la persecución a la prensa libre. La ideología que cercenó la libertad en media Europa y lo sigue haciendo en países tan queridos y admirados por los nuevos ministros.
No es fácil hacer un gobierno progresista con cinco miembros comunistas, pero, aun suponiendo que se logre y dure en el tiempo, lo verdaderamente imposible es progresar con el comunismo como ideología.