Sr. Director:
Según pasan los días y mejor se van conociendo las circunstancias que concurrieron en el que podía haber sido el más trágico accidente mortal de circulación en Asturias, como fue el de la subida a Los Lagos, los expertos más cualificados como son la Guardia Civil y los que conocen los entresijos del tráfico de la DGT son unánimes en afirmar que solo una circunstancia excepcional pudo evitar unan tragedia total con muchos muertos niños y adultos. Si se tiene en cuenta los hechos del accidente como el prestigio de la empresa ALSA, sin duda una de las más solventes en el transporte de personas por todo el mundo.
La pericia de de sus conductores demostrada en sus muchos kilómetros al volante con apenas accidentes, como es el caso del conductor. Si se tiene en cuenta la reacción de los pasajeros muy especialmente el comportamiento del niño de apenas seis años, quien con su decisión y arrojo animó a los compañeros de viaje, se puede concluir sin recurrir explicaciones de los expertos de turno especialmente políticos que no se casan de repetir de que se están estudiando todos los detalles y circunstancias por las que se produjo el terrible susto y cuando proceda dar una explicación de lo ocurrido (es decir nunca) y por supuesto prometer tomar todas las medidas posibles y necesarios para que no se vuelvan a producir en Asturias hechos que ponen en cuestión la seguridad de sus carreteras; sin embargo no faltan las personas más realistas y menos engreídas de sí mismas que han visto en los acontecimientos la Mano Maternal de la Santina, que desde su Santa Cueva, vela con amor materno por todos los que la visitan y la veneran.
Así lo han reconocido personas relacionadas con el tráfico y la seguridad vial como miembros de la Guardia Civil y Expertos en Tráfico en entrevistas a diarios y emisoras de Radio María. La Fe Mariana del Pueblo Fiel, es un buen antídoto frente a las ocurrencias de la incredulidad sofisticada que no ilustrada, como escribió Jovellanos en su genial Elogio al gran arquitecto Ventura Rodríguez. Pese a que algunos simplistas aún siguen oponiendo la Fe a la Ciencia, que no se oponen sino se complementan cuando no son ni superstición ni magia.