Sr. Director: El exministro García Margallo puede gustar a la gente poco, mucho o nada, pero durante los cinco años que estuvo en el Gobierno dejó claro que una de sus máximas prioridades era recuperar Gibraltar para España. Esta idea la defendió en Bruselas y en la ONU con muy poco éxito, hasta que se produjo el Brexit y, entonces, muchos albergamos algo de esperanza. El optimismo de Margallo era tal que llegó a decir: «La bandera española está ahora mucho más cerca del Peñón de Gibraltar». Y hubiera apostado cualquier cosa a que, de continuar en el Gobierno, hubiéramos conseguido la cosoberanía del Peñón durante la presente legislatura. Sin embargo, su sucesor en Exteriores, Alfonso Dastis, se ha pronunciado ante los medios sobre este tema con apatía y sin prisas: «Ya habrá tiempo de abordar Gibraltar, no hay que atosigar», ha dicho, justo después de haberse reunido con su homólogo británico, Boris Johnson. Y me ha dejado atónito. Pues jamás pensé que semejantes palabras pudieran salir de la boca de un ministro de España. Desconozco el motivo por el que el futuro de la Roca ha pasado de ser un asunto de gran preocupación a ser un asunto irrelevante. Pero esto me suena a trueque. Algo se nos escapa. Señores Johnson y Dastis, ¿de qué hablaron en su reunión? ¿Dónde está la trampa? Jon García