Sr. Director:

El Congreso acaba de aprobar la ley de la eutanasia en España. Si me callo seré un cobarde, aunque lo que tengo que decir no es halagüeño. Yo hablo de lo que aprendí y con mis limitaciones como todo ser humano, he tratado de vivir, de ser coherente con lo que aprendí en la Iglesia Católica. Tengo que advertir que la mayoría de la Jerarquía y del clero católico son verdaderos pastores. Pero es necesario, para comprender la situación actual recordar la frase que dijo hace años el Papa Francisco: “En la Iglesia hay muchos arribistas, vividores, trepadores, que están en la Iglesia, viven de la Iglesia, pero no son Iglesia”. Y para completar esta frase hay que recordar también la frase del Papa Pablo VI: “Parece que el humo de Satanás se ha infiltrado en la Iglesia.” Y aquí está la causa de la gravísima situación que estamos viviendo; mientras no desaparezcan de la Iglesia Católica esos personajes que viven de la Iglesia pero que no son Iglesia, esto no tiene solución, pues podemos asegurar sin temor a equivocarnos, que muchos de ellos ocupan los más altos puesto en la Iglesia Católica.

El virus y la eutanasia, demuestran con toda claridad, que es el fruto de la actuación de esos vividores que abandonaron a las ovejas y el lobo ha hecho estragos en el rebaño, pero les queda poco tiempo. A pesar de todas las calamidades que nos afligen, ya está dando fruto la semilla sembrada por el Espíritu Santo y los fieles y aguerridos soldados que están engrosando el ejército, cuya Capitana es la Santísima Virgen, su triunfo se acerca, por tanto la esperanza tiene que animar nuestra vida para permanecer fieles. Se acerca la nueva era, que será de una espiritualidad como nunca antes había existido.