Sr. Director:
En Nicaragua iglesias y catedrales se abrían para proteger a los estudiantes de los disparos de las fuerzas del régimen, y los propios obispos han hecho de escudos humanos para detener matanzas. Eso les ha generado la animosidad del oficialismo, que, sin embargo, a la hora de la verdad, recurre a ellos para rebajar la tensión. La Iglesia cree que es posible aún una salida negociada en Nicaragua. Sabe que no será fácil, porque la oposición política y las instituciones democráticas han sido desmanteladas por Ortega. Pero la apuesta es agotar todas las vías de diálogo, sin dejar por ello de denunciar cada violación de los derechos humanos.