Sr. Director:
Los que destrozan las cruces en un país como el nuestro forman parte, lógicamente, del grupo que no soportan la visión de la Cruz y pensar solamente en alejarla de la mirada.. ¿Por qué les molesta? ¿Les recuerda acaso todas sus miserias, todos sus pecados, que no quieren abandonar y dejar de hacer el mal?
¿Quieren eliminar la Cruz, porque después de morir en una cruz, Cristo resucitó; y ellos no quieren resucitar?, ¿quieren que la vida del hombre se acabe en la incineración de su cadáver?
¿Les lleva a pensar que su vida no tiene ningún sentido, a verse como unos fracasados después de años de trabajo y esfuerzo; y no ven más allá que las cuatro paredes de la cárcel que ellos mismos han construido a su alrededor? ¿Piensan acaso que destrozando la cruz eliminan de su mirada la perspectiva de la resurrección, de la Vida Eterna, porque no quieren saber nada ni del cielo ni del infierno?
El Crucificado es paciente y misericordioso. Soportó insultos, golpes, todo tipo de injusticias; y su primera palabra en la Cruz fue una petición: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen”, dirigida a su Padre Dios.
Ojalá los que han destrozado esas cruces, los que han asaltado esos Sagrarios y esas iglesias, caigan de bruces ante una de esas cruces, oigan esas palabras del Señor, le miren crucificado, y le pidan perdón. Y verán como esas cruces han vuelto a alzarse sobre la tierra, y seguirán ahí hasta la Resurrección final, recordando la Muerte, la Resurrección del Hijo de Dios hecho hombre, que nos abre la puerta de la Vida Eterna: Amor u Odio. Cielo o Infierno.