Sr. Director:

Ni el Presidente del Gobierno contesta a sus preguntas, y eso le honra, por que demuestra que Vd. es un testigo visible que da la cara, lo cual hoy en día no está de moda; le felicito, Vd. es un bienaventurado según el Evangelio. Cuando falleció Franco Vd. era un joven de 15 años y por tanto su experiencia era limitada. Le mando estas líneas por que yo en esa fecha ya pertenecía a La Adoración Nocturna y a la Legión de María, nací el 9-09-1936, en plena guerra civil.

Desde el principio que comenzó este sistema inmoral, diabólico que nos ¿gobierna?, ya de antes yo me opuse radicalmente porque sabía lo que nos venía encima. Muchos obispos y clero habían pedido libertad, democracia, rechazaban al sistema que teníamos. Dejaron abierta de par en par la puerta a Satanás y a sus secuaces, y éste tuvo fácil acceso a la Iglesia Católica, que desde aquella fecha no ha hecho nada más que empeorar.

Lo que no comprendo es que muchas personas que apoyaron este diabólico sistema se parezcan a las plañideras de Jerusalén, pero ¿qué esperaban? Mis temores de lo que se nos venía encima se han quedado en una ridícula ironía viendo la situación actual que ni la más calenturienta de las imaginaciones podía sospechar. Pero como Vd. me ha publicado, Satanás sabe que le queda poco tiempo, porque antes de la segunda Venida de Cristo al mundo, primero tiene que triunfar el  Inmaculado Corazón de María, pues Ella según el plan de Dios, será la que prepare a la humanidad para el Triunfo Definitivo de su Divino Hijo. Por tanto, como dije, de pesimismo y desánimo nada de nada, somos fieles soldados, no tememos a los poderosos de este mundo, a las órdenes de la Excelsa Capitana que aplastará la cabeza de la Serpiente Infernal. Vd. como fiel soldado, participará de ese triunfo definitivo. Que Dios le bendiga.