Sr. Director:
Desde que los socialistas llamaron en 1995 “el Código Penal de la democracia”, el PP pasó al cumplimiento íntegro de las condenas, y posteriormente a la prisión permanente revisable, reservada para casos de especial gravedad.
Simultáneamente, el sistema penitenciario español ha experimentado importantes avances para que, como dicta la Constitución, las penas se orienten hacia la reinserción social.
En esto el acuerdo es absoluto. Todo lo cual nos dice que, con un poco de voluntad de diálogo político y de escucha a los expertos, habría margen de sobra para el acuerdo sobre un tema, el Código Penal, en el que debería siempre presidir el consenso.
Lo que está pasando ahora es que en ciertos partidos se da una falta descarada de voluntad para el diálogo, tal vez están aprovechando la falta de mayoría del partido en el Gobierno. Cabe recordar que es una manera de hacer política que no beneficia a nadie, al que menos al Estado.