Sr. Director:
Orwell se inventó en su novela un ‘ministerio de la verdad’ y, siguiendo su estela, algunos barandas de Moncloa están intentando construir un organismo que sepa diferenciar la ’información veraz’ de la ‘desinformación con apariencia veraz’. La verdad es un misterio grande, presente siempre ante cada uno como un anhelo, con dificultades para encontrarla, porque la ‘verdad verdadera’ es un asunto muy serio, que no depende de un organismo u otro, sino del empeño de cada uno por buscarla.
Pero si te la dicen, sólo podrás saber que es cierta, si te fías del que te lo dice y que sepas que no te quiera engañar. Para que ese organismo sea fiable depende de que las personas que lo componen también lo sean. Y de eso no se ha hablado todavía, ni de quién lo controlará. La tendencia de Moncloa es dar por supuesto que ellos tienen razón y sabiduría suficiente para interpretar algo tan delicado como la verdad y mentira, cosa que nadie hace sin consenso y para lo que no han sido elegidos. Si quiere acertar y que no parezca una imposición partidista.