Sr. Director:
Con fecha de 28 de febrero de 2022, el Sr. Jorge Hernández publica en su sección de “Cartas al Director” un escrito titulado, “28F, la Fiesta de Andalucía”.
No puedo, como lector diario de su periódico desde casi sus inicios, y sobre todo como español, manifestar mi desacuerdo con el título de esta carta. Como es conocido, la celebración de esta “fiesta” se corresponde con la celebración del Referéndum del Estatuto de Autonomía de Andalucía el 28 de febrero de 1980.
Efectivamente, Andalucía, no ha sido nunca en su historia ni una unidad política ni una unidad administrativa. Es un invento de Blas Infante, al igual que “Euzkadi” fue un invento de Sabino Arana. También la bandera de la llamada “Comunidad Autónoma de Andalucía”, es un invento de Blas Infante, como la llamada “ikurriña” fue un invento de Sabino Arana.
Si realmente queremos ser coherentes con nuestra historia debemos proclamar qué si hay alguien al que se le debe todo el reconocimiento desde aquellas tierras tan queridas, tan católicas y españolas, es al Rey Fernando III el Santo, que fue el que liberó a los reinos de Córdoba, Jaén y Sevilla del yugo sarraceno.
Produce bochorno, el analfabetismo de los dirigentes políticos de la Transición Política, pero más sonrojo produce que durante más de 40 años se vengan celebrando “fiestas” de imaginarios que no tienen cabida en la gloriosa tradición política de las Españas.
El Estado de las Autonomías, es una estafa a todos los niveles: histórico, político, social y económico. Se puede amar a España en su diversidad de lenguas, culturas y tradiciones y estar a favor de una descentralización a favor de los municipios y de las regiones, pero con inteligencia y sentido común.