Sr. Director:
Desde que Artur Mas entró en la Generalitat estamos instalados en Cataluña en una constante tensión política y una peligrosa agitación de las emociones.
Quienes ocupan el poder político hacen oídos sordos a los avisos razonados de instituciones, empresas y líderes internacionales sobre las consecuencias de una secesión ilegal.
Parece que Mas y compañía están obsesionados por conseguir a cualquier precio su "estado propio", es decir, bajo su control. Con su justicia, su policía y su hacienda propias, todo dominado por ellos, aunque comporte la fractura de la sociedad y se perjudique a los ciudadanos.
Tal como indican muchos expertos, la secesión sería probablemente mala para la gente de a pie pero un gran negocio para la actual clase política catalana que se quedaría con el control absoluto de Cataluña. Quizá por eso la desean tanto.
Francisco Gombau
Telefónica. El Gobierno ya supera el 6%. En cuanto tenga un 6,6 solicitará el primer consejero
26/04/24 15:03