La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha vuelto a dar un tirón de orejas a España. En concreto, le ha dado la medalla de plata por ser el segundo país que más bajó su salario mínimo (SMI) entre los años 2007 y 2013. Esto refleja que tanto Zapatero como Rajoy son amigos del salario mínimo o más bien minimísimo, pues lograron que sólo representara un 41,3% del salario medio en 2013. Es decir, lo depreciaron un 2,6% más respecto a los seis años anteriores y contradijeron lo recomendado por la Carta Social Europea (60%). Sin embargo, el número uno en depreciación del SMI fue Irlanda, donde representó el 47,9% del salario medio. Además, se debe destacar que España se situó como el sexto país con el SMI más bajo de los 26 miembros de la OCDE que lo tienen establecido. Una precariedad que sigue a día de hoy, pues el SMI español es, junto al portugués, el más bajo de Europa Occidental. Hispanidad redaccion@hispanidad.com