A ver si nos entendemos. El Papa Francisco pide perdón por los escándalos en "Roma y el Vaticano". El problema es que no especificó cuáles, a qué escándalos se refería, y entonces comienzan las especulaciones. Entonces, RTVE nos aclara que, según fuentes vaticanas, el Papa no se refería a escándalos de políticos. Hombre, ya sería extraño que el Papa pidiera perdón por un escándalo político. No, al parecer, muy agudo, el locutor nos explicó que se refería a escándalos de eclesiásticos. Ahora bien, el último escándalo fue el del chiflado cura polaco que ha salido del armario. No tengo claro si en Roma o en el Vaticano, porque la frontera son los adoquines de la Plaza de San Pedro. Y eso, pues mire usted, no es lo que la progresía espera del Papa Francisco, a quien pretenden manipular. Más bien se espera de él el acogimiento a todo tipo de homosexuales, bisexuales, travestis y otros modelos sociales. Entonces, ¿es posible que el escándalo al que se refería fuera el del clérigo homosexual clerical? ¿Deberíamos pensar que la homosexualidad de un laico es bonísima mientras que en un clérigo resulta un escándalo por el que hay que pedir perdón? ¡Qué profundo es todo esto! Hispanidad redaccion@hispanidad.com