Lo cuenta, y le felicitamos por ello, La Celosía: "récord de deuda en la economía mundial, que alcanza los 2,15 billones de dólares, el 325% del PIB". Piensen, tan sólo, que si la deuda de una familia supera en 3,25 veces lo que produce durante un año la cosa resultaría ligeramente preocupante. Pues bien, ese es el Estado la economía mundial, y una economía basada en la deuda es una economía condenada a la quiebra. Pero también resulta liberticida y esto es algo que tendemos a olvidar. La deuda se debe a alguien. En definitiva, lo grande se debe a lo pequeño. Es el acreedor quien está en manos del deudor, no al revés. En resumen, hemos creado un mundo esclavo, donde el individuo está maniatado por el Estado (le fríe a impuestos para pagarle la deuda... al ahorrador) o por las grandes corporaciones, que pueden paralizar una economía si les viene en gana. Pero no se preocupen, nada de esto es preocupante. Las bolsas crecientes de deuda siempre se solucionan de la misma forma: con un estallido. Y vuelta a empezar. Es el sino del hombre en la historia económica de los pueblos, lo que ha llevado a sesudos pensadores a sospechar de su racionalidad. Pero no se pierdan en nimiedades. Quédense con esto: las deudas enormes, a la postre, jamás se pagan. Hispanidad redaccion@hispanidad.com