Todo es posible para que Kim Jong-un vaya un poco más allá de la guerra verbal por la ausencia de canales de comunicación, o eso temen los mercados. Está claro que al frente de Corea del Norte, la dictadura más hermética del mundo, está un loco de atar, Kim Jong-un, pero con armas nucleares cada vez más desarrolladas. Y está claro también, como ha dicho Trump, que EEUU es la primera potencia atómica. ¿Dónde está el peligro de un posible conflicto? Algunos expertos en seguridad aseguran, vaya usted a saber, que sí, que lo hay, entre otras cosas por la ausencia de canales de comunicación entre los dos países, como en otras guerras potenciales (India-Pakistán, por ejemplo, el famoso teléfono rojo en la Guerra Fría, o ahora, entre Washington y Moscú, en la guerra siria). De momento, estamos en una escalada verbal: te amenazo con "fuego y furia" y te contesto con un "ataque envolvente con cuatro misiles" sobre Guam. Para cruzar de ahí a una guerra hace falta que alguien la inicie, aunque ninguno la quiera, y no parece probable. Pero en los mercados (bolsas o divisas), miedosos siempre, se está notando, aunque poco. Washington, seguro, tiene satélites para ver qué se cuece en Corea de Norte, pero no relaciones diplomáticas y Kim Jong-un cortó en 2013 el teléfono rojo entre Seúl y Pyongyang. A EEUU le queda la mediación de China, aliada a su vez con el régimen de Kim, aunque de momento obedece a la ONU. Y a todo eso se añade otra derivada: la fragilidad de Occidente con un régimen deleznable. Pero ojo, un régimen así puede encender la chispa y establecer canales de comunicación -para frenar sustos- lleva décadas. Hispanidad redaccion@hispanidad.com