Consuelo Madrigal, fiscal general del Estado, recibió el visto bueno del ministro de Justicia, Rafael Catalá, para permanecer en su puesto. De hecho, todo su equipo contaba ya con mantenerse cuando llegó la contraorden: que no, que la cristiana y provida Madrigal sería sustituida por el duro Juan Manuel Maza (en la imagen). ¿Quién había mudado de opinión? Una tal Soraya Sáenz de Santamaría, que quería a su amigo Maza al frente de la Fiscalía. El problema de Maza es que le encanta estar en el proscenio. Hispanidad redaccion@hispanidad.com