Ya lo decía Ortega y Gasset (cualquiera de los dos): la opinión pública es la que manda siempre, en las democracias y en la dictaduras. La opinión pública occidental empieza a caer en la cuenta de que Occidente ha envejecido  -muy aguda, la opinión pública occidental- y de que una población envejecida no supone un problema económico más: es la madre de todos los problemas. Ahora bien, la solución no consiste en pensiones privadas, que es lo que tratan de vendernos bancos, fondos y aseguradoras. La solución está en rejuvenecer la población, es decir, en incentivar la maternidad y, me temo, en retrasar la edad de jubilación. Jóvenes, empezad a pensar en jubilaros a los 70 años. Hispanidad redaccion@hispanidad.com