"La oferta del diálogo del Gobierno de Madrid es como el Espíritu Santo: todo el mundo habla de él pero nadie le ha visto". ¡Ay qué gracioso es este chico, yo es que me mondo! ¡Qué chispa! El político-fregona se nos ha puesto a hablar del Espíritu Santo, al que, en efecto, nadie puede ver, aunque sí notar, pero del que no todo el mundo habla. Para ser presidente de la Generalitat, el fregona resulta ligeramente imbécil. Ya sabe hasta blasfemar y ofender. Hispanidad redaccion@hispanidad.com