¿Por qué nos empeñamos en repetir la gran mentira de que Marruecos es amigo de España?
Al final, dos espeleólogos españoles han muerto en Marruecos. El tercero ha tenido que ser liberado por un equipo de españoles a los que el Gobierno de Rabat ha puesto todas las pegas del mundo. Naturalmente, los servicios de seguridad marroquíes no han hecho nada por acelerar los trámites en una situación en que el primer mandamiento es la premura.
Ha ocurrido lo mismo que cuando la gendarmería marroquí nos envía pateras e inmigrantes desesperados contra Ceuta y Melilla. Si su Majestad Mohamed VI (en la imagen) quisiera, no habría ilegales acampados en sus fronteras con España. Son misiles humanos utilizados en su miseria por el régimen marroquí.
Sin embargo, desde España sólo se oyen maravillas acerca de la amistad hispano-marroquí. Todo el mundo sabe que es mentira, que los marroquíes odian a los españoles, pero seguimos sosteniendo el chantaje de las buenas relaciones. Lo que no sé es para qué. El propio Mariano Rajoy, contradiciendo al equipo de rescate español, aseguraba el lunes en RNE1, que las autoridades en Marruecos han hecho todo lo posible para ayudar en las tareas de recate. En primer lugar, no es cierto. En segundo lugar, hay dos españoles muertos.
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