Cuando Pablo Iglesias (en la imagen) repite que es profesor universitario el profano lo valora. O no ya el profano, sino simplemente el inadvertido. Ahora bien, cuando el tal profano y/o inadvertido se informa de que es lo que antes conocíamos como un PNN, de la Facultad de Políticas de la universidad complutense, conocida en los ámbitos estudiantiles y profesorales como la tierra de Mordor, la cosa empieza a cambiar. En Mordor, la actividad académica más relevante consiste en consumir porros. Y claro, pasar de un fumadero ligeramente hediondo, a la Presidencia del Gobierno de España -algo que perfectamente podía ocurrir- pues, oiga, es algo que, digamos, sorprende. Todos sabemos que quien estudia Políticas es porque no sirve para estudiar otra cosa. Al menos, en la complutense madrileña. Sorprende pero no asombra. Lo que asombra es ver a este grandísimo arrogante blasonar de académico de vasta cultura, cuando lo suyo es, más bien, cultura basta y mostrenca. Al líder de Podemos, que tiende a hablar a gran velocidad, hay que analizarle cada proposición, porque la inmensa mayoría de ellas constituyen un gazapo, una error… o simplemente un farol. Por lo demás, Iglesias no es más que un viejo marxista disfrazado de socialdemócrata filántropo, a la par que un gran actor. No hacía falta más que oírle, en el debate a Cuatro, suspirar para sus adentros: "Que no Pedro, Que no, que el enemigo es Rajoy". Las almas sensibles difícilmente pudimos soportar tan desgarrador lamento. Es el posible presidente Iglesias: un PNN de Mordor. Hispanidad redaccion@hispanidad.com