Leo a José María Marco, en La Razón, al que considero un buen elemento, que el conflicto sirio es un conflicto entre musulmanes (entre sunitas y chiítas, para ser exactos) así que los cristianos no deberíamos meternos. Bueno, los occidentales, suponiendo que no seamos post-cristianos. Pues no, señor Marco. En efecto, el conflicto es entre musulmanes pero los primeros paganos, los más perseguidos por Al Qaeda y el Estado Islámico, somos los cristianos. Además, aquí no se puede aplicar, o no se debe, el egoísmo de la no injerencia, sino la generosidad arriesgada de la injerencia humanitaria. La guerra afecta a Oriente Próximo, pero debería preocuparnos a todos. Ya sabes: nada humano me es ajeno. Por lo demás, la novedad estriba en que las tropas iraníes trabajan conjuntamente con la rusa de Vladimir Putin. Los iraníes se alían con los rusos, ahora en el campo militar porque Moscú y Teherán llevan años aliados, empeñados en crear la OPEP del gas, porque entre ambos representan casi el 40% del gas mundial. Pero ahora han firmado una alianza, junto a Siria e Irak, sabedores de que las guerras las gana la infantería, y si es guerra terrorista, la investigación policial. Lo que está claro es que Obama no se entera de nada. Hispanidad redaccion@hispanidad.com