Y si no los hay, los habrá. Aún así, ¿hay que ayudarles? Sí, todo lo posible, pero también controlarles.
Lo que ha costado que algunos, todavía pocos, lleguen a una conclusión tan palmaria: la solidaridad no está reñida con la lucha antiterrorista.
Porque el asunto no es sólo que se cuelen yihadistas entre los refugiados sino que algunos de esos refugiados se conviertan en yihadistas.
La verdad es que solo la vestimenta y las declaraciones de algunos de ellos son como para echarse a temblar.
En cualquier caso, Jorge Fernández (en la imagen) y el portavoz de Putin tienen toda la razón.
Hispanidad
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