Buena crítica la de Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) al proyecto de ley de auditoría del ministro Luis de Guindos (en la imagen). Teme la CNMC que preside José María Marín Quemada que se cree un oligopolio. Bueno, mejor, que se alimente el oligopolio ya existente de las cuatro grandes firmas de auditoria y consultoría: Deloitte, PwC, Ernst&Young y KPMG.

De hecho, permitir que una firma audite a una empresa hasta 10 años, prorrogables a 14, no acrecienta la independencia del auditor sino a todo lo contrario. De hecho, lo lógico sería reducir el plazo de auditoria para que roten los 'jueces'. Y si una firma sabe que se marcha, difícilmente podrá presionarle el auditado.

Luego está lo de los trabajos de consultoría claro, que es donde ganan las auditoras, pero esa es otra historia (¿O es la misma historia?).

Por cierto, eso de que una auditora pequeña no puede auditar a una firma grande es falso. Concédale usted a una miniauditora un contrato de enjundia y en 24 horas contará con el mejor equipo, y más independiente, trabajando para ella. Es cuestión de precio.

Y lo más importante: el pequeño siempre es más independiente que el grande.

Hispanidad

redaccion@hispanidad.com