Hay que aplaudir a Angela Merkel por su postura ante los refugiados y abroncarla por echarse en manos de Turquía. Recep T. Erdogan, el presidente fundamentalista turco, el querido amigo de Zapatero, se está burlando de Europa a través de la canciller alemana. En primer lugar, el fundamentalista de Ankara exige 3.000 millones de euros a cambio de no echarnos encima más refugiados sirios. Es decir, que este miserable especula con la miseria. Miseria que, en parte, él mismo ha contribuido a crear por su empeño en convertirse en el nuevo sultán de la zona. Y no contento con ello, Erdogan ha exigido que se retomen las conversaciones para entrar en la Unión Europea. Y Merkel ha cedido. Señora Merkel: ¿Quién le ha otorgado el poder para hablar por el conjunto de Europa? Hispanidad redaccion@hispanidad.com