Gran escándalo en los medios de comunicación españoles, empezando por RTVE, pues al maestro del control, José Antonio Sánchez, también se le escapan cosas. Resulta que a RTVE no le gusta que el general Abdelfatah Al Sisi (en la imagen), presidente golpista de Egipto -sí, golpista-, recientemente recibido en España con todos los honores, haya condenado a muerte al anterior presidente, Mohamed Mursi, de los Hermanos Musulmanes, y en RTVE cantan las excelencias del único premier elegido democráticamente. Sí, en Hispanidad tampoco nos gusta la pena de muerte ni los golpes de Estado. Y no: Al-Sisi se equivoca esta vez. La ejecución de Mursi le pasará factura. Ahora bien, ser elegido democráticamente no significa ser un demócrata. También Adolf Hitler fue elegido democráticamente y luego se cargó la democracia. Y Mursi estaba haciendo lo mismo creando un régimen fundamentalista islámico. Y desde luego, si alguien debe estar calladito en todo este festejo es el presidente norteamericano, Barack Obama, un verdadero desastre en Egipto, causante de sustituir a un dictador blando como Mubarak por un fundamentalismo duro en el país más importante del norte de África. De hecho, democracia no es votar en las urnas cada cuatro años. Consiste en respetar los derechos del hombre, entre otros el derecho a la vida y a la libertad de culto. La pregunta de Aristóteles, hace 2.500 años sigue en pie: ¿Qué es democracia, lo que votan los demócratas o lo que preserva la democracia? No es curioso, son los mismos analistas que cuando el golpe de Estado institucional de Mel Zelaya en Honduras, acallado por los militares y por las urnas, todo a un tiempo, los chicos se pusieron de parte de Zelaya, es decir, de Al-Sisi. Hispanidad redaccion@hispanidad.com