No se engañen: detrás del acoso a Trump está el ataque, que se pretende final, contra la Iglesia
¿A que les resulta raro? Pues lo dicen las encuestas.
Y es que una cosa es lo que nos vende el Nuevo Orden Mundial (NOM) a través de sus terminales mediáticos, y otra cosa son los datos concretos.
La cosa resulta sintomática dado que los lobbies gay y feministas apoyaron a Clinton con fervor, y las grandes compañías, especialmente las más modernas, las tecnológicas, tenían por ídolo a Hillary Clinton. Además, la señora de Bill ni tan siquiera logra recoger la popularidad de su marido o el apoyo sentimental al perdedor.
Y encima Trump es un desastre en popularidad. Y sin embargo, le vence. Cosas veredes, amigo Sancho.
Hispanidad
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