Es verdad que cuantos menos funcionarios mejor, pero la obsesión de Ciudadanos por suprimir las diputaciones provinciales aún hará más inhabitable el desertizado universo rural español. Además, ¿por qué no reducir el poder y la burocracia de las comunidades autónomas, en lugar de las diputaciones, cuyo tamaño es diminuto en comparación? Pues porque eso no es políticamente correcto. Sin embargo, el derroche está ahí, no allí, en las autonomías, no en las diputaciones. Hispanidad redaccion@hispanidad.com