Colombia: no hay paz sin justicia, no habrá paz sin verdad
Hágase el milagro, hágalo el diablo. Si el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos (en la imagen junto a Raúl Castro), ha filtrado la paz con la guerrilla comunista FARC y acabamos con tantos lustros de amenazas, enhorabuena.
Pero nos preocupa que el acuerdo se haya firmado en La Habana, dictadura comunista, con el tirano Raúl Castro estrechando las manos del presidente colombiano y de los guerrilleros-terroristas de las FARC. También estaba el filántropo universal, Ban Ki-Moon, que aún nos hace temer más que los de Castro.
En cualquier caso, nos preocupa, mucho, que se haya buscado una paz sin justicia y sin verdad. No es justo que unos terroristas que han hecho del secuestro, violación y asesinatos su profesión, firmen ahora en condiciones de igualdad, ni que la moderación esté en el punto medio entre la democracia y el marxismo. Sería como aquel que ofrecía, en su imparcialidad, cinco minutos a los nazis y cinco a los judíos.
No olviden que no hay paz sin justicia ni paz, ni tampoco justicia, sin verdad. Y, la frase, de San Juan Pablo II, se completa así: no hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón. Y naturalmente, el perdón de poco vale sin el arrepentimiento.
Hispanidad
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