La alcaldesa de Madrid, legalista y metomentodo, no deja de sorprendernos por su presente...  y por su pasado. Curiosamente, la exjueza Manuela Carmena se sitúa muchas veces al borde de la ley, o mejor, aprovechando la ley en beneficio propio. El último ejemplo: la visita al CIE de Aluche de este miércoles, con permiso de la jueza de control, y de la que informó al ministro de Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz. La alcaldesa de Madrid presume así, una vez más, de legalista... y metomentodo. Hace unos días, afirmó que los internos del CIE son "vecinos de Madrid" y por eso debe constatar que no se vulneran los derechos humanos. Pero Carmena tampoco deja de sorprendernos por su pasado. Cuando era jueza de vigilancia penitenciaria visitó una cárcel acompañada de miembros del IRA para que se reunieran con presos de ETA y no dudó en amenazar a un funcionario de prisiones con juzgarle allí mismo si no le dejaba pasar. Y eso que el pobre funcionario sólo cumplía órdenes, pues el entonces ministro de Interior, el socialista Antoni Asunción, dijo que Carmena entraría, sí, pero por encima de su cadáver. Es igual: la señora alcaldesa logró lo que quería (juntar a terroristas y filoterroristas) para que intercambiaran experiencias. Seguramente de paz.  Todo sea por la paz. Además, no hay que olvidar que Carmena fue una de las 'culpables' de la absolución del doctor Montes en el escándalo de las sedaciones del Hospital Severo Ochoa de Leganés. No está mal, porque poco antes había firmado el manifiesto judicial pro-eutanasia. Todo muy legal, aunque ligeramente llamativo. Hispanidad redaccion@hispanidad.com