El Tribunal de Luxemburgo dice que las subvenciones a los astilleros españoles son legales, que no son ayudas al Estado, que la Comisión Europea no tenía razón. Aquello hizo bastante daño a los astilleros españoles que atravesaban, y siguen atravesando, un mal momento y la Comisión Europea montó un pollo considerable. Se da la circunstancia de que el vicepresidente y responsable de competencia de la Comisión Europea en aquel entonces, el que sancionó y persiguió a los astilleros españoles, era el español Joaquín Almunia (en la imagen). Con su chulería habitual, en aquel entonces Almunia habló de persecución en España y por parte de la derecha española, sólo por cumplir con su deber, que no entendía de nacionalidades. Y ahora, cuando los tribunales europeos, que no españoles, le quietan la razón, ¿qué va a decir Almunia? ¿Y ahora qué va a decir? Hispanidad redaccion@hispanidad.com