Lo cuenta Raquel Martín (en la imagen), la periodista autora de un libro que es una joya: Antes de que sea demasiado tarde. Tenemos que ayudar a los cristianos masacrados en Irak y Siria pero si ellos necesitan de nuestros bienes nosotros les necesitamos a ellos. Martín asegura que "la prioridad de Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía y anterior primer ministro, es derrocar al sirio Bashar al-Asad e impedir al mismo tiempo la formación de un Estado kurdo que pueda reclamar la anexión del Kurdistán turco. Para debilitar al régimen sirio y a los turcos, ha permitido el acceso de yihadistas y provisiones a territorio sirio a través de su frontera". El problema de Occidente en Oriente Próximo no son sus enemigos sino sus amigos. Por ejemplo, Turquía, miembro de la OTAN, regido por un fundamentalista islámico. Erdogan es un verdadero traidor a Occidente. ¿Se acuerdan de cuando los progres europeos se empeñaban en meterle en la Unión Europea? ¿Se acuerdan de cuando Zapatero creaba la alianza de civilizaciones con el turco? Ahora, la Unión Europea pagará para que Erdogan retenga a los refugiados sirios en Turquía y no pasen a Europa. Mala cosa por dos razones: en primer lugar, porque engañará a la UE. Ha sido el quien nos envió la marea y puede abrir el grifo de nuevas mesnadas humanas cuando le convenga. Le encana vivir de la miseria ajena. En segundo lugar porque, si hablamos de sirios y de kurdos, sus enemigos, habrá que ver en qué emplea el traidor turco el dinero europeo. Desde luego, no en mimar a los refugiados. A este tipo hay que echarle de la OTAN. Hispanidad redaccion@hispanidad.com