Anna Gabriel se queda en Suiza, un país para menesterosos pobres, sede de secreto bancario mundial y con un sólo Dios: el dinero. No es por cobardía, no. Lo que ocurre es que no sabe si tendrá un juicio justo en España. Por eso, esta mujer valiente, de extrema izquierda, ha decidido quedarse en Suiza y no comparecerá ante el Tribunal, que la tenía citada para el miércoles 21. El valor de los separatistas catalanes se nota en la huida despendolada. ¡Viva el coraje! Hispanidad redaccion@hispanidad.com