De entrada, Felipe González (en la imagen) está en Venezuela y hay que felicitarle por ello: valentía y tenacidad en defensa del más débil que, ahora mismo, es la oposición a Nicolás Maduro. Los tribunales no le dejan defender a Antonio Ledezma, el alcalde de Caracas arrasado en su mismo despacho por los chavistas. ¡Menos mal!, porque González es un desastre de abogado que sólo cosecharía la perpetua para cualquier cliente. González es abogado de profesión pero un desastre de letrado. Eso sí, sirve como político y ha aceptado el riesgo de hacerle frente a Nicolás Maduro. Es decir, justo lo que está haciendo y hay que felicitarle por ello. Hispanidad redaccion@hispanidad.com