¿No se han dado cuenta de que es como si CCOO y UGT ya no existieran? Ahora con el 1 de mayo encima, se ven obligados a cubrir el expediente habitual y lanzarse a… no se sabe exactamente qué. Cándido Méndez y Fernández Toxo (en la imagen), mantienen la misma arrogancia de antaño pero ya no saben exactamente ni a quién defienden y cuál es su cometido. Los sindicatos de clase defendían a los proletarios pero apenas quedan proletarios. Encima, no luchan por mejores salarios sino por más prestaciones públicas. Los sindicatos de clase se han convertido en  políticos. Piden lo mismo que la izquierda y que la derecha, pero los partidos lo hacen mejor. Y otra cosa: en un mundo de autónomos, forzado a ser de autónomos -afortunadamente- las centrales sindicales siguen pensando en grandes factorías y cadenas de montaje. Allá ellos. Su futuro parece de color de hormiga. Hispanidad redaccion@hispanidad.com