El 86% de los libros que se editan en España no logran vender ni 100 ejemplares. La verdad es que lo sospechábamos: es decir, que existen más escritores que lectores, más actores que público y más maestros que alumnos. Lo último es ineficiente, los segundo es deprimente y lo primero, lo de los libros, no tiene por qué ser malo. A fin de cuentas, la frase dice que sólo se piensa cuando se habla o cuando se escribe. Bueno, pues tanto lectores como escritores piensan. 

No tiene por qué se malo que haya tantos autores, sí que haya tan pocos lectores. Ahora bien, el problema es que muy pocos, cada vez menos, pueden vivir de lo que escriben.