Queda apenas una semana para el G20. El presidente americano, Barack Obama pide un mayor compromiso de los europeos de cara a la crisis. Al fin y al cabo, Estados Unidos ha puesto muchos dólares encima de la mesa y quieren lo propio. Pues bien, Zapatero se suma a Merckel y afirma que después de verano De momento, evaluemos la eficacia de las medidas adoptadas y tranquilicemos el nerviosismo existente. Si hay que tomar medidas adicionales, se tomarán en el último trimestre del año.
Y si es necesario endeudarse más, se hará. Al fin y al cabo, tenemos margen de endeudamiento. Y eso a pesar de que acabamos el ejercicio con un endeudamiento del 3,8% y los presupuestos calculan un 5,8% para este 2009. El Financial Times calcula sin embargo, que el déficit alcanzará el 7% y Pujalte lo cifra en el 8%.
Veamos. El paro no nos costará los 19.000 millones de euros de presupuesto, sino más, según reconoce el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado. Considera que los 30.000 calculados por el PP son una exageración, pero descuenta que tampoco serán 19.000. A esto hay que sumar el plan de salvamento bancario. Y eso supone regar para salvar a las cajas mediante unas fusiones encubiertas. Lo dijo el propio Ocaña: Ojalá sólo fuera necesario el FGD para que las entidades que quieran fusionarse lo puedan hacer. Sumen y sigan y el déficit se nos va.
¿Cómo regresaremos al equilibrio presupuestario? A lo mejor nadie quiere volver. Al fin y al cabo el propio Toxo asegura que hay que superar el Pacto de Estabilidad. Y Ocaña reconoce que parte de la merma de ingresos del 2008 es estructural. Pero aún así, nuestro presidente afirma que tenemos margen de endeudamiento porque nuestro ratio deuda/PIB es inferior al de los países de nuestro entorno. Cierto, pero el déficit comercial es muy superior. Y hay que pagarle.
En la mañana del viernes, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, recordaba que la UE ha dado un impulso del PIB del 2% y que el impulso de España es del 5%. Solbes argumentó que no hay margen para más y que España está obligada a seguir los criterios de la Unión Europea. Al contrario que Estados Unidos o Reino Unido, España no tiene flexibilidad monetaria y debe ajustarse a los pactos de estabilidad.