En el marco de la recuperación de la memoria, el gobierno aprobó una prestación económica para los niños de la guerra, aquellos infantes que partieron para Rusia tras acabar la Guerra Civil Española. Obviamente, los niños de entonces, hoy son abuelos. Pues bien, aquello se aprobó el 18 de marzo de 2005 y no ha sido hasta el pasado Consejo de Ministros que se ha aprobado el destino de una partida de 5,5 millones de euros (casi 1.000 millones de pesetas) para atender ese compromiso. De esta cuantía, 5,3 millones irá destinada a pagar a los residentes en el extranjero y los 237.896 euros restantes financiarán a los residentes en España. En ambos casos se trata de aportaciones extraordinarias.
¿Por qué se ha tardado más de un año en hacer efectiva esta aportación? ¿Quizás porque el ministro de Economía, Pedro Solbes, se ha hecho el remolón a pagar las ansias revanchistas de Zapatero-De la Vega?