Estoy con los que saldrán a la calle el próximo 1 de mayo El diálogo social son supuestas reuniones tripartitas entre empresarios, sindicatos y Gobierno para avanzar en el modelo del mercado laboral. Se supone que el Gobierno debe mantener una equidistancia entre sindicatos y empresarios, actuando a modo de árbitro entre los intereses de unos y otros. Pues bien, ese equilibrio ha quedado roto por el presidente Zapatero que ha mostrado públicamente su solidaridad con las organizaciones sindicales. Afirma que comprende y está del lado de quienes saldrán el próximo 1 de mayo a las calles. Los empresarios, a los pies de los caballos. Zapatero insiste en que de reforma laboral, nada de nada y que los trabajadores son los que están pagando la crisis, como siempre, etc, etc.
Por otra parte Zapatero pidió a sus socios de la UGT comprensión y cariño. Ya lo tiene. Su secretario general, Cándido Méndez, afirma que no le montará una huelga general a Zapatero. Así, porque yo lo valgo. Estas declaraciones públicas de "cariño"ponen en evidencia el escoramiento y la marginación de la patronal. Los sindicatos acusan a la patronal de realizar sus propuestas fuera del ámbito del diálogo social. ¿Pero es que el diálogo social existe?