Madrid: Otra feroz desilusión, la de Mauricio Macri, según algunos el único personaje que puede hacer frente al cleptómano matrimonio Kirchner, se nos despeña por la Carta de la Tierra.

Lo cuenta, una vez más, Noticias Globales, una genialidad argentina que es muy consciente de lo que supone este documento cuya firma alentara Mijail Gorbachov, y que constituye uno de los mejores instrumentos del panteísmo New Age y del Nuevo Orden Mundial, cuya última filosofía consiste en convertir a la ecología en religión y a la madre tierra en la nueva Juno, diosa todopoderosa a la que deben someterse, sino todas la especies animales y vegetales, sí al menos una de la ellas: la humana. No es broma, la Carta de la Tierra pone en situación e igualdad al ser racional con el resto del planeta, aunque la verdad oculta es que los humanos son regulables, pero el resto no.   

El típico documento que firmaría Zapatero con entusiasmo, sino fuera porque se ha enredado con los del la Alianza de Civilizaciones y no puede estar a todo. La Carta de la Tierra la deja para su inefable compañero de fatigas Federico Mayor Zaragoza, uno de los tipos más relamidos que haya dado a luz la Unión de Centro Democrático (UCD) y la UNESCO, grande vivero de grandísimos cursis.

Un documento que firmaría también Mariano Rajoy y que Naciones Unidas, el principal instrumento del NOM calificó como sustituto de Los Diez mandamientos. Ya saben, la nueva religión universal que algunos identifican con la marca del anticristo. Pues bien, el bueno de Macri se adhiere a la Carta. Argentinos, perded toda esperanza. Las dos ideologías políticas del futuro son: o personalismo o ecologismo, o cristianismo o panteísmo, o los cincos principios no negociables de Benedicto XVI o la Carta de la Tierra.

Pero todo lo anterior suena demasiado elevado. Me explicaré con una cita de una película de Hugh Grant, Notting Hill. El protagonista ligón tiene una cita con una chica en un restaurante, y la moza aprovecha para explicarle su pertenencia a un grupo convencido de que las plantas también tienen sentimientos. Grant, con esa espléndida cara de pelele que sólo él es capaz de articular, mira hacia su propio plato y comenta:

-Entonces, estas zahorias...

-Sí -remacha el posible ligue-: ¡Han sido asesinadas!

Pues justamente esto es la Carta de la Tierra. Y quien piense que esta memez generalizada es patrimonio de unos pocos majaderos, impecunes e incultos... que vuelva la mirada hacia don Mauricio Macri, mandamás de la derecha argentina, archipámpano del gran Buenos Aires y aspirante a inquilino de la Casa Rosada.

Y lo miso puede decirse de don Felipe Calderón, presidente de México, otro personaje cuya filosofía más profunda parece el libre mercado, lo que revela que su pensamiento llega hasta los mismísimos confines del ligue fallido de Hugh.

¿Saben una cosa? Si esta es la nueva derecha me quedo con la vieja izquierda. Al menos no era tan hortera.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com