La economía de los doce países de la zona euro creció, durante el primer trimestre del año, un raquítico 0,6%, lo que significa que la economía española sigue creciendo al cuádruple que sus colegas y lo que significa, también, que la eurozona no levanta cabeza.

 

La tan prometida recuperación no llega y es muy posible que los precios del petróleo aún lo pongan peor.