El mapa político que sale de las urnas en las últimas elecciones para la formación del Parlamento Catalán no permite despejar el peligroso camino emprendido.
Mayor inestabilidad e incertidumbre que hace dos años, con una subida notable de Esquerra Republicana, una importante caída del PSC, un leve aumento del PP y un magnífico resultado de Ciudadanos, que triplica los escaños que tenía.
Así las cosas, es difícil imaginar el futuro inmediato. Una cosa es envolverse en la bandera del soberanismo y lanzar un órdago, ignorando algunos de los verdaderos problemas de Cataluña, y otra muy distinta gobernar el día a día. ¿Cómo va a sacar adelante CiU unos presupuestos que necesariamente han de ser austeros y restrictivos?
¿Van a contar con el apoyo de ERC que se ha pasado la campaña electoral criticando lo que ahora supuestamente tendría que apoyar? Como dice el refrán popular, y que hemos comentado en ocasiones anteriores, "para este viaje no hacían falta alforjas". Veremos ahora si Artur Mas es capaz de digerir lo que ha sucedido y de asumir las responsabilidades políticas que la situación demanda.
José Morales Martín