La victoria socialista disparó las alarmas del inquieto capital norteamericano. Los rumores en Wall Street hablaban de nacionalizaciones y la desconfianza ante el Gobierno entrante se hizo mayúscula. Eso es lo que, según nuestras fuentes, hizo a Zapatero mudar a Miguel Sebastián por Pedro Solbes. El actual Comisario Europeo de Asuntos Económicos es garantía de estabilidad frente al capital estadounidense. De hecho, según Miguel Boyer, fue el predecesor socialista de la cultura de la estabilidad presupuestaria.
Y en el dogma permanece. Solbes quiere tener garantía de poder antes de realizar el traslado de residencia. Sabe que la tentación de endeudamiento es demasiado poderosa y quiere tener plenos poderes para implantar disciplina. Como muestra un botón: el denostado Jordi Sevilla defiende en el Colegio de Economistas la mejora de las pensiones mínimas contra el Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Y en esas está Zapatero, que, según Miguel Sebastián, todavía no ha tomado decisión alguna. "Estaré donde sea más útil a Zapatero", señala con forzada humildad.
Sebastián también es garantía de ortodoxia, pero goza de la enemistad en el seno de un partido al que todavía no se ha afiliado. Demasiado poder para un independiente. Máxime cuando el ex director del Servicio de Estudios del BBVA exige la Vicepresidencia económica, esa que podría haberse caído del organigrama 'zapateril'.
Lo que es seguro es que Sebastián o Solbes cumplirán con el principio de estabilidad presupuestaria. Con más disciplina el segundo que el primero. Un principio no discutido por ninguno de los ex ministros de Economía: Miguel Boyer, Carlos Solchaga, Pedro Solbes ni, obviamente, Rodrigo Rato. Por cierto, que Boyer (el hombre fuerte de FAES, la macrofundación que servirá de "tanque de ideas" a la oposición) aboga por un "retoque" en el programa económico del PSOE, especialmente en materia fiscal. Y es que rebajar al 30% el Impuesto de Sociedades e implantar el tipo único en el mismo nivel es difícilmente "vendible" como programa socialista.