Meses atrás, el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) suprimió todos los cargos directivos, especialmente los de director general. Desde entonces, todos son directores. Se consideraba una medida de gestión avanzada, casi vanguardista. La verdad es que todo el mundo tenía clara la terminología anterior, y aunque no la utilizaba, la pensaba: Había directores generales de grupo y directores generales a secas. Los primeros mandaban sobre los segundos, y a partir de ahí el organigrama corría hacia abajo. Pero eso, pensó Francisco González, un banquero para el siglo XXI, sonaba indeciblemente antiguo. Así que, todo el mundo se quedó con lo de director y en pocos meses, el cisco fue total en el BBVA.
Y es que en banca, la tarjeta tiene su importancia y la pirámide jerárquica, aún más. Así que, FG se está pensando la vieja terminología y dejarse de pavadas. Eso sí, la vuelta atrás no puede parecer una vueltas atrás, si ustedes me entienden. Cuando uno juega a progresista, ya se sabe que no puede rectificar. Porque rectificar, no sería moderno.