Una fuerte competencia, el solapamiento de rutas y la debilidad de la economía española son los tres argumentos de Vueling para explicar la caída de ingresos. Caída que ha contribuido a las pérdidas de 19,5 millones de euros, frente a los beneficios de 7,1 millones de euros.
Por el lado de los gastos, el incremento del combustible en un 34% anuncia la que seguirá siendo una losa para la compañía en los próximos meses.
No obstante, Vueling se ha propuesto acabar el año en los niveles de finales de 2010 y su cifra de negocio (un 1% más hasta los 356 millones de euros) indica que puede seguir haciendo frente a la situación si además, como está previsto, se incorporan nuevas aeronaves y se llega a acuerdos con otras compañías para realizar los vuelos dentro de España.
Mariano Tomás
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