- Estamos hablando de unos 600 empleados, aunque Antonio Coimbra señala que se intentará no llegar a esa cifra.
- Y recuerda que, en procesos similares, lo habitual es que las duplicidades afecten a entre el 10% y el 30% de los trabajadores.
- No obstante, en un primer momento, la compañía aseguró que no haría falta reducir la plantilla por la ausencia de duplicidades.
- En cualquier caso, el ajuste no será inmediato y no afectará a todos los departamentos por igual.
- Vodafone mantendrá la sede de ONO en Pozuelo.
A ver si nos entendemos. El ajuste de plantilla es algo habitual en procesos de consolidación de compañías. Lo hemos visto -y lo seguimos viendo-, por ejemplo, en el sector financiero. Es algo lógico y, si me apuran, hasta inevitable. Lo evitable, en todo caso, sería la consolidación misma. Pero esa es otra historia. La que nos ocupa ahora es la de Vodafone y ONO.
El caso es que el consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra (en la imagen), ha reconocido este miércoles que la integración con ONO afectará, más o menos, al 10% del total de la plantilla. Estamos hablando de un total de 6.000 trabajadores, 3.500 de Vodafone España y unos 2.500 de ONO. Es decir, unos 600 empleados se verán afectados por las duplicidades entre las dos compañías, aunque el propio Coimbra señala que se intentará no llegar a esa cifra.
De hecho, el Ceo ha recordado que, en procesos similares, lo habitual es que el ajuste afecte a entre el 10% y el 30% de los trabajadores. Estaríamos, pues, en el rango bajo del ajuste. No obstante, en un primer momento, tras el anuncio de adquisición, Vodafone aseguró que no haría falta reducir la plantilla porque las dos compañías eran complementarias: Vodafone es, fundamentalmente, móvil y ONO, cable.
Cierto. De hecho, Coimbra ha explicado que los departamentos de consumo y hogar de ambas firmas seguirán operando por separado, al menos hasta finales de 2015. Las duplicidades se dan en Recursos Humanos y en el departamento financiero. Esos son los que sufrirán los primeros ajustes.
En cualquier caso, estamos hablando de una reducción de plantilla que no será inmediata. La dirección de Vodafone aún tardará meses en establecer las necesidades definitivas de la nueva compañía.
Por cierto, Coimbra ha afirmado que se mantendrá la sede de ONO, en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Trasladar todas las infraestructuras que hay allí hasta la sede de Vodafone -también en Madrid- sería un coste adicional. Y no está el horno para bollos.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com