Esther Koplowitz es propietaria del 51% de la sociedad que posee el 52% de FCC, primera empresa de servicios y segunda constructora de España. Sus socios son los franceses de Vivendi, que continúan digiriendo la crisis a la que le arrastró sus aventuras audiovisuales. Veolia Environnement, la filial de servicios de Vivendi, la cuna del emporio, ya no quiere comprar en Europa, sino que busca socios. Pero hay un problema: Henri Proglio, el líder de Veolia, no se entiende con Esther Koplowitz. Y las grandes compañías son como los accidentes: las causas siempre son fallos humanos.
Así que Veolia busca socio para todo el sur de Europa. En España, en concreto, le tiene echado el ojo a dos: Ferrovial y Acciona. Ocurre que la familia Del Pino mira a Vivendi como un igual, mientras los franceses continúan creyéndose que la grandeza del pasado no ha entrado en barrena. La verdad es que Veolia continúa siendo la primera empresa de Europa, y segunda del mundo, en contratas de servicios, pero sufre una acuciante necesidad de liquidez, mientras el Gobierno francés le exige mantener una posición en Canal y en la industria cultural francesa (ya saben, la famosa excepción cultural que tan poco gusta a Aznar).
Para Rafael del Pino, Ferrovial no necesita socios. En tal caso, lo que necesitan son empresas instaladas en otros países, bien relacionadas con la clase política de aquel país. Por lo demás, no necesitan ni liquidez ni tamaño. Se bastan ellos solitos.
Al mismo tiempo, Acciona, que parece aclarar su sucesión (liderazgo en manos de José Manual Entrecanales y negocio constructor para Juancho Entrecanales), insiste en hacerse con FCC, de la que ya ha tomado un 8%. Es Entrecanles más propicio a una alianza internacional con Vivendi que Ferrovial. En cualquier caso, todo depende de Esther Koplowitz. Lo que está claro es que Del Pino y los hermanos Entrecanales tienen una oportunidad de hacer realidad lo que sería la primera constructora europea, y además, trasnacional, eso que, según Florentino Pérez, presidente de ACS-Dragados, no es un buen proyecto.