Nuevamente el sistema genocida se ha impuesto sobre la realidad. Nuevamente, y tras una nueva juerga electoral donde la compra de votos sigue en su marcha tradicional, los genocidas en sus diversas facetas han sido los únicos que han obtenido escaños en la falsa europea.
El pueblo, de manera mayoritaria, ha vuelto la espalda al sistema y no ha acudido a las urnas. En esta ocasión no sólo somos mayoritarios quienes pasamos del sistema opresor... somos mayoría aplastante, pero eso el sistema lo reconvierte a su antojo, ninguneando sus propios principios de mayorías y autojustificando su dominio.
Ciertamente son vencedores; ciertamente el pueblo sigue en su redil esperando el momento de servir al sistema con su trabajo o con su carne; ciertamente el pueblo sigue entregando a sus hijos para que ejerzan como esclavos o para que sean asesinados en los centros de genocidio del sistema, y sigue pagando las juergas de quienes conocen que hay crisis por la situación que viven sus administrados a quienes ellos, y sólo ellos, han sumido en el mayor endeudamiento económico, social, cultural, nacional, político y humano de todos los tiempos.
La solución a esta situación inhumana de postración padecida por el pueblo español no pasa por las urnas, como es de desear, lo que ha motivado tan interesante porcentaje de abstención,... pero no se limita a no pasar por las urnas. Es preciso hacer algo más. Es urgente hacer algo más.
De ello depende nuestra supervivencia como pueblo, como hombres libres, y hasta como seres vivos.
Cesáreo Jarabo
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