• La multinacional, sin embargo, sostiene que cierran la planta española para fabricar Mimosín y Skip en Inglaterra.
  • Los empleados de Aranjuez están dispuestos a bajarse el sueldo para impedir que 350 trabajadores se queden en la calle.
  • La empresa se niega a vender la fábrica a la competencia como hizo en 2008 con la planta de Frigo en Barcelona.
  • Los representantes de los trabajadores se reunen mañana jueves con el director general de la empresa, y el próximo día 10 con el presidente de Unilever España, Jaime Aguilera,
  • La multinacional argumenta que le sale más barato fabricar estas marcas en el Reino Unido, donde el sueldo medio de un trabajador dobla al de los españoles.

 

La situación pinta en bastos para los 170 trabajadores fijos de la empresa  y 150 indirectos  (mantenimiento, seguridad y envases), que posee Unilever en la planta de Aranjuez. Ya se produjeron cuarenta despidos de personal temporal necesario para la fabricación de los polvos y líquidos -Skip y Mimosín- que fabrica la multinacional en España. Sólo quedan dos oportunidades para salvar la situación, la reunión que mantendrán mañana jueves con el director de la fábrica y la del día 10 con el presidente de Unilever España.

El 22 de marzo se comunicó a los trabajadores la intención de trasladar la fábrica a Inglaterra, bajo el argumento de que resultaba más competitivo por motivos, esencialmente, de distribución. Jesús Quirós, representante sindical de CCOO en la zona de Aranjuez, ha manifestado a Hispanidad que, pese a los rumores del sector que señalan que se han recibido ofertas por parte de la competencia, los responsables de Unilever se niegan a vender la fábrica y salvar así los puestos de trabajo. "Estamos dispuestos a cualquier cosa para mantenerla abierta, desde bajarnos los sueldos a trabajar el doble de horas, todo con tal de resultar competitivos en el mercado. Ellos nos dicen que quieren seguir adelante con el cierre, y pretenden fabricar los productos en Inglaterra y continuar vendiéndolos en España", ha asegurado el líder sindical.

Quirós no confía en los argumentos del abaratamiento de la distribución como causa del cierre. "Los sueldos medios en el Reino Unido son más altos que en España. Somos más rentables que ellos, y más cuando el Ministerio de Fomento abra, como tiene previsto hacer, un gran centro logístico de mercancías, eje de los ferrocarrilles, en la zona de Aranjuez", ha explicado.

La situación arranca del pretendido cierre, frustrado por los portugueses, de la fábrica que la empresa tenía en el país vecino, con capital mixto. "Nos ha tocado a nosotros, y eso que el transporte es más barato, pero alguna salida nos tienen que dar, porque la multinacional tiene firmado un compromiso con el Comité Europeo para no dejar abandonados a los trabajadores a su suerte sin otra alternativa, como puede ser la venta a otra empresa o la fabricación de algunos de los muchos productos que comercializa Unilever".

Quirós sospecha, al igual que otras fuentes del sector, que detrás del cierre de una fábrica que resultaba productiva no existe otra intención que la de llevar la producción a países como India, Brasil o China. Se da la circunstancia de que algunas de las marcas más importantes de la compañía como Tulipán o  Frigo fueron en origen españolas. Además, la compañía ha recibido la oferta de una empresa italiana de marca blanca para fabricar polvos y líquidos, pero la ha rechazado. No quiere dejar la fábrica en manos de la competencia. Como se recordará, Unilever ya intentó dejar en la calle a casi 268 empleados en el 2008. La intervención del grupo Farga, fabricante de los helados Ferggi, salvó los puestos de trabajo. El pueblo de Aranjuez, que quedaría desindustrializado tras el cierre, se ha volcado con los trabajadores. En este sentido, el responsable de CCOO ha afirmado que ha echado de menos el apoyo del Gobierno regional y de su presidenta, Esperanza Aguirre, para evitar el cierre.

Sara Olivo

sara@hispanidad.com